¿Tienes una cafetería o estás por abrir una y no conoces las máquinas de café para cafeterías que existan? Permítenos presentártelas a continuación:
Manuales: también conocidas como “de émbolo”, en este tipo de máquinas es necesario bajar de manera manual una leva con el objetivo de generar la presión que se requiere para hacer el café.
En la actualidad, este tipo de máquinas de café para cafeterías son más bien objeto del deseo para los coleccionistas, ya que es realmente muy extraño verlas en los negocios, y cuando están, normalmente aparecen en una exhibición como la pieza histórica que son.
A pesar de lo anterior, en aquellos sitios donde la demanda es más bien poca, puede vérseles preparando un café gourmet con un sabor comparable incluso al resultado obtenido por las mejores cafeteras.
Semiautomáticas: estas son las máquinas más comunes tanto en cafeterías como en bares, y en general en cualquier sitio donde se ofrezca café. Su operación consiste en oprimir un interruptor para accionar la bomba de agua, la cual se mantiene activa durante un período de aproximadamente 25 segundos, lapso en el que café es preparado.
Una vez que el café ya está hecho, se presiona nuevamente el interruptor para que la máquina deje de operar hasta que aparezca un nuevo pedido.
Automáticas: al contrario de las semiautomáticas y tal como se podría esperar, en las máquinas automáticas no es necesario presionar un interruptor para activar y desactivar ninguna bomba de agua.
Por el contrario, las máquinas automáticas vienen configuradas de fábrica para inyectar determinada cantidad de agua para que el café pueda hacerse.
Superautomáticas: de todas las máquinas de café para cafeterías que existen, éstas son las más modernas. Cuentan con un molinillo que se encarga de moler la cantidad exacta de granos, lo que nos da como resultado que tanto el sabor como el aroma del café se puedan conservar. Desde el molido del café, pasando por la prensada y la preparación, las superautomáticas llevan a cabo el proceso completo.
Como seguramente ya habrás notado, todas las máquinas tienen “lo suyo”, por lo que la mejor recomendación es que pienses en tus necesidades, y con base en ellas elijas cuáles son las que realmente necesitas.
